SAN FRANCISCO.- Un equipo de científicos del Instituto Burnham
de Investigaciones Médicas Sanford (Sanford-Burnham), en La Jolla,
California, Estados Unidos, ha detectado que la pérdida de una proteína
llamada p62 en las células y el tejido que rodea a un tumor puede mejorar el crecimiento y la progresión del mismo.
El estudio, cuyos resultados se publican en la edición de esta semana de la revista 'Cancer Cell' sugiere que las terapias dirigidas al microambiente tumoral pueden ser
tan importantes como la orientación del propio tumor. La investigación
contribuyen al creciente reconocimiento de que las células y los
tejidos que rodean un tumor, el estroma, son una parte integral del
inicio del cáncer, el crecimiento y la expansión.
"Nuestro estudio revela un mecanismo preciso que las células del
estroma utilizan para fomentar el proceso tumoral de las células de
cáncer epitelial", resume Jorge Moscat, director del
Programa de Redes de Muerte Celular y Supervivencia de Sanford-Burnham.
"Hemos demostrado que en el estroma, p62 actúa como un supresor tumoral
antiinflamatorio, controlando el ambiente inflamatorio y las señales que
promueven el cáncer. Ante la ausencia de p62, los tumores crecen más grandes y están más inclinados a hacer metástasis", añade.
Anteriormente, Moscat y sus colegas demostraron que la activación
de p62 en el cáncer de próstata y de las células epiteliales de pulmón
tuvo efectos de promoción de los tumores. Los cánceres de las células
epiteliales se denominan carcinomas y, aproximadamente, el 85 por ciento
de todos los cánceres son carcinomas.
En el estudio actual, el equipo estudió los efectos de p62 en el
tejido adyacente al tumor y descubrió que tenía efectos contrarios. "Estas son observaciones muy significativas ya que p62 activa otra proteína llamada mTOR,
que es un objetivo biológico de muchos ensayos clínicos en curso en el
cáncer en este momento", señala María Díaz-Meco, profesora en
Sanford-Burnham y coautora del estudio.
"Potencialmente, esto significa que las estrategias terapéuticas
dirigidas a reducir p62 en un organismo y la inhibición de mTOR en las
células que rodean el tumor pueden realmente beneficiar al tumor, al
desactivarse las fuciones que suprimen el tumor. También puede explicar por qué las terapias dirigidas a bloquear mTOR están mostrando una eficacia clínica limitada", subraya Díaz-Meco.
La sugerencia inicial de que p62 en el estroma influye en el
crecimiento del tumor proviene de analizar más de 200 tumores de
próstata humanos con puntuaciones de Gleason, un sistema de
clasificación del diagnóstico de cáncer de próstata, que van de 2 a 10.
En concreto, Gleason es una asignación numérica dada a los tumores
de próstata basándose en la patología, con las puntuaciones más altas
(10 máximo) que indica que el cáncer es muy probable que se propague. El
equipo de investigación encontró que los niveles de p62 en el estroma
fueron significativamente más bajos en las muestras con las más altas
puntuaciones de Gleason, lo que sugiere un papel protector de p62.
Para entender cómo funciona el p62, el equipo de investigación
introdujo células cancerosas de la próstata y analizó la formación de
tumores en ratones normales y ratones genéticamente modificados para
carecer de p62. Los ratones sin p62, tenía tumores de próstata más
grandes en comparación con los roedores normales, apoyando la noción de
que la ausencia de p62 en un organismo promueve el crecimiento del
cáncer.
Los investigadores demostraron también que estos animales a los
que se les retiró p62 tenían mayores niveles de IL-6, una citoquina
proinflamatoria (una molécula de señalización), que aumenta la
proliferación de células tumorales e inhibe la muerte celular. Los
eventos genéticos que relacionan el agotamiento de p62 al aumento de los
niveles de IL-6 en ratones se reflejan en los seres humanos.
"Nuestras observaciones apoyan un enfoque más integral para el tratamiento del cáncer,
uno que se basa en la comprensión de las comunicaciones entre un tumor y
su entorno", agrega Moscat. "Es concebible que los tratamientos que
inhiben las señales inflamatorias promotoras de tumores asociados a
objetivos específicos puedan mejorar los resultados del cáncer",
concluye.